El ascenso a Primera División: la profesionalización de las empresas familiares
¿Qué pueden tener en común un equipo de fútbol y una empresa familiar? La pasión, la dedicación y el vínculo indisoluble que une a sus miembros. Ambas organizaciones se enfrentan a un desafío similar cuando llega el momento de ascender a la Primera División, es decir, de profesionalizar el juego o el negocio.
Las empresas familiares, esenciales en la economía global, a menudo deben evolucionar desde una gestión estrictamente familiar a una estructura más profesionalizada. Esta transición puede equipararse a un equipo de fútbol que asciende de categoría. Allí, el nivel de juego se intensifica, y se requieren tácticas y estrategias más sofisticadas.
En este punto de inflexión un director técnico es comparable con un CEO o gerente general que ingresa a una empresa familiar en transición hacia la profesionalización. Si tienen la experiencia suficiente estos líderes saben que no solo deben abordar los desafíos del negocio, sino también establecer las condiciones necesarias para liderar el equipo con seguridad y eficacia en el marco de un proceso que exige una transformación cultural profunda.
Estos líderes deben ser capaces de poner un freno a los fundadores o miembros de la familia mientras el “el equipo está en la cancha”, es decir, en la gestión cotidiana. Precisan de diseñar espacios de conversación fuera del día a día para revisar estrategias y tomar decisiones basadas en información fidedigna. Y, sobre todo, en los resultados tanto del proceso como del negocio.
Tensiones dentro y fuera de la cancha
Pensemos en un escenario donde el presidente del club de fútbol se lanza al campo en medio del juego y comienza a dirigir tácticas, pisando los dominios del director técnico. Este caos refleja lo que sucede cuando los fundadores de empresas familiares luchan por ceder el control a profesionales externos. Las interferencias generan confusión, desencadenan más tensiones y pueden debilitar el rendimiento del equipo. Por lo tanto, es esencial tener un enfoque estratégico al profesionalizar una empresa familiar.
Lo primero a hacer es definir claramente los roles y responsabilidades, de modo que cada miembro del equipo conozca su lugar y función. Luego, es crucial implementar una sólida estructura de gobierno corporativo para guiar las decisiones estratégicas, así como establecer políticas de sucesión claras.
Al igual que un equipo de fútbol invierte en el entrenamiento de sus jugadores, las empresas familiares deben fomentar la formación continua con el apoyo de profesionales externos especializados en estos asuntos.
Las claves de una transformación para llegar a primera
Uno de los recursos más valiosos en esta transformación organizacional es la comunicación abierta y honesta. Se deben crear espacios para el diálogo que permitan a todos los miembros definir expectativas, establecer condiciones de satisfacción y hacer ajustes necesarios. Esta práctica fomenta una cultura de respeto y colaboración.
Finalmente, es esencial recordar que la consolidación de un equipo ganador, ya sea en el fútbol o en una empresa familiar, requiere tiempo y adaptación. La paciencia y la visión a largo plazo son vitales, ya que los cambios importantes raramente ocurren de la noche a la mañana. ¿Alguna duda de esto?
Es crucial recordar que la profesionalización de una empresa familiar, aunque desafiante, puede abrir las puertas a un crecimiento y éxito sin precedentes. Con la preparación adecuada, una definición clara de roles, una comunicación eficiente y una visión a largo plazo, las empresas familiares pueden prosperar en la Primera División del mundo empresarial.