Voxel: una cultura que se respira
El año pasado emprendimos un viaje a Cataluña junto a un grupo de empresarios paraguayos que vienen abriendo espacio a una nueva forma de ver y vivir sus organizaciones. Con la curiosidad despierta y el deseo de compartir caminos, nos encontramos con empresas españolas que también cultivan una mirada más humana, consciente y participativa del trabajo. Fueron días de conversaciones profundas, aprendizajes compartidos y conexiones que inspiran.
Esta experiencia fue posible gracias a la coordinación de Begoña Castillo, quien nos conectó con empresas que están desafiando la manera tradicional de liderar y organizar el trabajo.
Visitamos cuatro organizaciones profundamente inspiradoras: Basetis, Deerns, Londji y Voxel. Cada una con su identidad, su historia y su forma única de encarnar este modelo. En próximos artículos, vamos a compartir también lo que aprendimos de cada una de ellas. Hoy queremos comenzar con Voxel, una empresa que nos impactó especialmente.
Un propósito con alma
Una de las primeras cosas que nos llamó la atención al llegar a Voxel fue su propósito organizacional. En lugar de aspirar a "ser líderes en su industria" o "alcanzar una posición de mercado", Voxel eligió un camino distinto:
"Convertir el trabajo en crecimiento. Crear tejido empresarial feliz. Cultivar el crecimiento interior y la gratitud hacia el trabajo."
Este propósito le da una profundidad especial a todo lo que hacen. No se trata solo de resultados o eficiencia, sino de que el trabajo sea una experiencia transformadora para cada persona y para el ecosistema en el que operan. Se nota que lo han trabajado con intención y que sirve como norte para sus decisiones y prácticas.
Esto no significa que los objetivos comerciales no sean importantes. De hecho, son una parte esencial del camino. Pero no son el fin último. Nos compartieron una metáfora que lo explicaba muy bien:
"Uno no tiene un auto solo para cargar combustible. El combustible (en este caso, el dinero) es necesario para moverse, pero el objetivo es llegar a algún lugar."
Ese "lugar" para Voxel es el crecimiento humano, el bienestar colectivo, la creación de tejido empresarial sano y feliz. El dinero es el combustible que les permite avanzar, pero no es su propósito. Y eso cambia completamente la manera de trabajar.
Una cultura construida con la gente
Cuando Voxel alcanzó los 100 colaboradores, decidieron detenerse y construir su cultura de forma participativa. De ese proceso profundo emergieron cuatro valores organizacionales que hoy son el corazón de su identidad:
Challenge Maniac
Change Lovers
People Freak
Fun-tastic Team Players
Nos recibieron con cuatro cajas de caramelos, cada una representando uno de estos valores. No como souvenir, sino como símbolo de algo que está vivo en su día a día. Porque en Voxel, los valores no son decorativos: son criterios reales para contratar, decidir y liderar.
Coherencia cultural en todos los niveles
Una de las decisiones más inteligentes que tomó Voxel fue contratar e incorporar a nivel de directorio a un especialista en cultura organizacional. Ese rol lo cumple Xavi Albaladejo, Executive Transformation Coach, quien acompaña al equipo directivo para asegurar que las decisiones estratégicas se mantengan alineadas con la cultura que definieron.
Muchas organizaciones redactan valores y luego los olvidan. Voxel, en cambio, pone la coherencia cultural como principio de gestión, con mecanismos concretos para sostenerla en el tiempo.
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Estructura organizacional simple y ágil
A pesar de tener más de 200 personas, Voxel mantiene una estructura organizacional plana y ágil. Tienen un equipo directivo que define lineamientos generales, pero la verdadera fuerza operativa está en sus equipos de proyectos autogestionados, que trabajan con metodologías ágiles como Scrum, definen objetivos con OKRs y toman decisiones con algunos principios de sociocracia.
Esta combinación les permite mantener flexibilidad, velocidad y compromiso, sin sacrificar orden ni dirección. Y refuerza su confianza en la inteligencia colectiva y en la autonomía de las personas.
People Freak: cuidar de verdad a las personas
Uno de los valores centrales de Voxel es People Freak, y no se queda en lo simbólico. Lo hacen tangible a través de varias prácticas muy bien diseñadas.
Cada persona tiene asignado un People Partner, un rol del equipo de RRHH que actúa como un acompañante cercano —algo así como un "médico de cabecera organizacional"— disponible para resolver conflictos, hacer seguimiento y cuidar el bienestar. La proporción es de 1 People Partner por cada 50 personas, lo cual permite una cercanía real y personalizada.
Además, miden el clima todas las semanas con herramientas digitales. Todos los viernes hacen una pregunta poderosa:
"¿Recomendarías a alguien trabajar en Voxel?"
Y lo más importante: no solo miden, escuchan y actúan sobre lo que surge.
Un proceso de selección con foco en valores
El proceso de selección en Voxel está diseñado para asegurar un encaje auténtico con la cultura. Todo empieza con una entrevista no técnica, a cargo de un experto en cultura, que busca conocer a la persona a nivel humano. Se explora su historia de vida, su forma de pensar, sus experiencias fuera del trabajo.
Por ejemplo, si alguien cuenta que corrió una maratón, eso puede reflejar el valor Challenge Maniac. No es un test de personalidad: es una conversación profunda, cuidadosamente guiada para detectar si la persona vibra con los principios de la organización.
Solo después de esa etapa se avanza a una entrevista técnica. Y luego, la persona sale a tomar un café con el equipo al que podría integrarse. Ese equipo, no Recursos Humanos ni un gerente, tiene la última palabra sobre si la persona se suma o no.
Cultura como ventaja competitiva
En un sector como el tecnológico, donde atraer y retener talento es una de las mayores batallas, Voxel demuestra que tener una cultura sólida y coherente es una de las mejores estrategias competitivas.
No necesitan prometer cosas que no cumplen. Las personas quieren trabajar ahí porque lo que se vive dentro se nota afuera. El compromiso es alto, la rotación es baja y el talento fluye. La cultura se vuelve imán, no filtro.
Lo que nos llevamos de Voxel
De nuestra visita a Voxel nos llevamos muchas cosas. Pero sobre todo, una convicción: cuando una organización define un propósito con sentido, construye su cultura con la gente, y se compromete a sostenerla con coherencia, entonces el trabajo se transforma en una experiencia significativa.
Y esa experiencia —más allá de los productos, los procesos o los sistemas— es lo que hace la diferencia.