Reflexiones desde las Jornadas Teal 2025: Madrid y Alicante
La semana pasada vivimos una experiencia que volvió a encender nuestra convicción de que otro futuro organizacional no solo es posible, sino que ya está ocurriendo. La segunda edición de las Jornadas Teal, organizadas por LIT junto a Begoña Castillo, nos llevó a Madrid y Alicante para conocer de primera mano el pulso de nuevas formas de hacer empresa en España.
¿Qué son las organizaciones Teal?
El término "Teal" surge del libro Reinventar las Organizaciones de Frederic Laloux, y representa un estadio evolutivo en la forma en que las organizaciones operan. Las empresas Teal se caracterizan por tres pilares fundamentales:
Autogestión: sistemas que funcionan sin jerarquías tradicionales.
Plenitud: culturas que permiten que las personas se muestren auténticamente.
Propósito evolutivo: organizaciones que no solo buscan lucro, sino un propósito vivo, al que se adaptan de forma orgánica.
La experiencia vivida
Durante cinco días visitamos cinco organizaciones muy diversas en rubros y tamaños, pero unidas por una misma búsqueda: operar con más conciencia, humanidad y eficacia. Estas fueron:
Thinking With You (consultoría organizacional - Madrid)
Inforyde / Mundo Inveside (software & energía - Madrid)
Senbazuru (educación vivencial - Madrid)
Basetis (desarrollo tecnológico - Barcelona, presentación virtual)
Blinker (industria y retail - Alicante)
Cada visita fue un portal a nuevas lógicas, herramientas y relatos humanos. En próximos artículos exploraremos a fondo cada caso. Por ahora, quisiera compartirte algunas reflexiones que me llevo.
Aprendizajes clave
1. La confianza como punto de partida
En todas las organizaciones visitadas, la confianza no es una consecuencia del tiempo ni del control: es una decisión fundacional. Thinking With You contrata personas por afinidad cultural más que por necesidad, confiando en su potencial. Inforyde promueve colaboradores que cometieron errores, como símbolo de confianza radical. En Senbazuru, los niños participan en decisiones institucionales.
Confiar primero, sin garantías, parece ser el acto más revolucionario en el management contemporáneo.
2. Transparencia que empodera
Vimos prácticas concretas que promueven la transparencia:
En Basetis, los salarios son autogestionados: cada persona propone una banda y un comité de pares lo valida.
En Inforyde, se enseñan finanzas a todo el personal para tomar mejores decisiones colectivas.
En Thinking With You, los canales de comunicación (Slack, Discord) están diseñados para compartir contexto y reducir reuniones innecesarias. Todos pueden saber en qué está trabajando cada quien y cómo va la empresa.
La transparencia no es solo una política, es un acto de respeto y madurez.
3. Autogestión con propósito
Todas las empresas practicaban formas diversas de autogestión:
Equipos que se eligen por afinidad y no por designación jerárquica (Thinking With You).
Círculos operativos con autonomía presupuestaria y decisión colegiada (Basetis).
Estudiantes que deciden sus proyectos y los gestionan con Kanban (Senbazuru).
Estructuras dinámicas donde las decisiones no dependen de “jefes”, sino de roles compartidos.
La autogestión florece donde hay claridad sobre el propósito común y marcos seguros para decidir.
4. Diseño organizacional al servicio del cliente
Blinker nos mostró cómo un enfoque genuino hacia el cliente puede transformar toda la organización: rediseñan procesos, aplican Lean Management, mapean el “viaje del cliente” y capacitan a su personal con herramientas digitales avanzadas. Quienes más contacto tienen con los clientes tienen también mayor autonomía, porque son quienes más pueden generar valor.
Esta lógica inversa —empoderar a los de la primera línea— fue transversal a todas las organizaciones.
5. Cultura viva, no decorativa
En estas empresas, la cultura no está en un cuadro en la pared, sino en la forma de contratar, decidir, vincularse y hasta equivocarse.
Thinking With You pregunta “¿Hay agua?” como código cultural para lanzarse.
Inforyde eliminó contratos escritos con clientes: todo se basa en la confianza mutua.
En Senbazuru, los códigos no verbales están definidos de antemano para evitar malentendidos emocionales.
En Blinker, los empleados se sienten parte del propósito aunque los fundadores no estén presentes.
Reflexión final
Volví de estas jornadas con la convicción renovada: los modelos jerárquicos tradicionales están quedando obsoletos ante la complejidad del mundo actual. Las organizaciones que conocimos no solo sobreviven, sino que prosperan, gracias a estructuras más humanas, autogestionadas y adaptativas.
En ellas, el propósito no es un discurso vacío, sino el eje que orienta las decisiones. La transparencia no es un riesgo, sino un camino hacia la madurez. La confianza no se gana, se otorga. Y la autogestión no es caos, es libertad con conciencia.
Desde LIT volvemos con esperanza, certezas nuevas y muchas preguntas vivas. Porque si algo aprendimos en este viaje, es que Teal no es un destino: es un camino que se construye andando.