Al líder no lo define lo que hace sino lo que es
Mucho se habla sobre los líderes. Especialmente en el campo político, empresarial y, últimamente, en el social. Se utilizan variadas definiciones y se multiplican los talleres con fórmulas de éxitos, colecciones de frases atractivas y arengas motivacionales. Abundan las recetas, pero ninguna devuelve la complejidad de lo que significa ejercer este rol en una organización. En el siguiente artículo desarrollamos algunas claves de nuestro trabajo acompañando a quienes buscan formas de liderazgo más humanas y alineadas con las demandas actuales de la sociedad.
Liderazgo personal
En busca de acercamientos más acordes a la realidad desde Okara hemos construido un proceso de aprendizaje colectivo y social sobre el liderazgo en sucesivos talleres. Hasta el momento, los resultados han sido muy interesantes porque se basan en el protagonismo de las personas involucradas. Todo lo que se nos revela surge de sus conocimientos, experiencias y trayectorias compartidas. Es auténtico.
Resultado de este recorrido, sabemos que el liderazgo no se define tanto por lo que se hace sino por la persona que lo ejerce. Lo notamos principalmente en los procesos de selección de personal para puestos gerenciales o de altas jerarquías. Cuando nos envían currículums para llenar esas vacantes comprobamos que los documentos presentan capacitaciones, antecedentes e historia académica, pero no reflejan quién es la persona.
Liderazgos en debate
Peter Senge dirige el centro para el Aprendizaje Organizacional del Instituto Tecnológico de Massachusetts, más conocido por la sigla MIT. Es autor del libro La quinta disciplina sobre pensamiento sistémico (1990). Allí invita a las personas a considerar el campo del liderazgo basándose en un estado de ser y no del hacer.
“En occidente tendemos a pensar que el liderazgo es un atributo natural de algunos individuos. Esta forma arraigada de pensar presenta muchas desventajas. Buscamos individuos especiales que tengan dotes de liderazgo en lugar de desarrollarlas en cada uno de nosotros”.
Peter Senge
Esta es la esencia de nuestro trabajo en Okara: desarrollar liderazgos. Porque el líder excede al proyecto que encara, a su trabajo profesional, a su vida familiar. Es su persona, sus actitudes y sus formas de relacionarse. Depende de cómo se acepta y se relaciona con el mundo material y también con lo trascendente. Eso determina su personalidad y lo vuelve atractivo o no a los ojos de los demás. Implica una construcción de toda una vida.
Desde este enfoque pretendemos superar el paradigma racional que centra su acción en la acumulación de conocimientos, en el saber de las personas o en la mirada tecnológica que atraviesa sus habilidades. Inscribimos nuestra propuesta desde el humanismo donde lo principal es la persona y sus actitudes. Allí donde pretendemos trabajar cuando abordamos el liderazgo.
Liderar en contexto y a consciencia
Las actitudes de quien lidera permiten a las personas relacionarse de manera diferente consigo mismo y con los demás. Su cultura va determinando sus comportamientos y cómo maneja las situaciones. Esta dimensión humanista ha sido incorporada en talleres de liderazgo donde el coordinador no está para enseñar contenidos sino que facilita el proceso de aprendizaje colectivo. Es un recorrido total en el que está implicada toda la persona desde su cuerpo físico, emocional, espiritual y racional.
A través del aporte experiencial de quienes participaron hemos recopilado contenidos que hacen al liderazgo en nuestra cultura. Solemos volcar este listado en una conversación y reflexión participada. Se trata de un momento muy enriquecedor que permite dar plena comprensión a lo que escribió Peter Senge como parte del prólogo del libro Sincronicidad (1999) del pensador contemporáneo Joseph Jaworski:
“En esencia el liderazgo consiste en aprender a diseñar el futuro. El liderazgo existe cuando la gente deja de ser víctima de las circunstancias y comienza a participar en su creación. El liderazgo consiste en crear un campo en el que los seres humanos profundicen continuamente su comprensión de la realidad y sean capaces de participar en el despliegue del mundo”.
Peter Senge
Esta perspectiva, a la que adherimos completamente, implica generar las condiciones para que las personas se conciban como protagonistas de su propio proceso de aprendizaje. Deben ser actores y no espectadores para participar en el despliegue del mundo presente y del futuro. Esa es la propuesta que hacemos en nuestro trabajo sobre liderazgo y que con mucho entusiasmo compartimos cada día.