La integralidad, el futuro de las organizaciones

integración de personas

Hay claras señales de que el modelo tradicional de gestión empresarial está quedando obsoleto. Desde hace años otras formas de trabajar demuestran mejores rendimientos apelando a tres pilares: la autogestión, la plenitud y los procesos evolutivos. Son la base de las organizaciones integrales. En este artículo explicaremos cómo funcionan.

¿A dónde vamos a parar?

Existe poco debate sobre el desgaste de los formatos de empresa heredados del siglo XX. Encuestas de todas partes del mundo demuestran la gran insatisfacción que tienen las personas hacia sus trabajos. Las generaciones más jóvenes están cada vez más motivadas por cuestiones independientes a lo estrictamente económico. Vivimos en un contexto donde el cambio tecnológico y la globalización exigen mayor agilidad para responder al mercado. La lista continúa.

Cuando hablamos de empresas innovadoras en sistemas de gestión y dirección de recursos humanos Google, Apple y Facebook son los primeros nombres que vienen a nuestra mente. A quienes les gusta el desarrollo organizacional seguro habrán escuchado de la famosa política de Google por la que sus colaboradores pueden dedicar el 20% de su tiempo a proyectos particulares. Incluso existe una película sobre la vida interna de la organización llamada The Internship (2013). Aunque no lo crean, existen empresas con modelos más innovadores de trabajo.

Frederic Laloux es el autor del libro Reinventing organizations (2014), donde presenta innovadoras formas de entender y gestionar las organizaciones que desarrollan compañías de distintas partes del mundo. Laloux trabajó en la afamada consultora americana McKinsey & Company. Cansado de ver cómo la firma seguía produciendo los mismos efectos de insatisfacción renunció y empezó a investigar si había nuevos modelos de gestión con mejores resultados. Descubrió que existían.

En su libro Laloux acude a la Teoría del Desarrollo creada por Clare Graves y adaptada por Ken Wilber. Desde esta mirada la humanidad se desarrolla hacia mayores niveles de madurez, conciencia y complejidad en estadíos o etapas. No es un movimiento lineal. Laloux toma este concepto y lo lleva a las organizaciones. Define que para cada etapa evolutiva del ser humano corresponde al menos una forma de trabajar en grupo. 

Cada nivel trae grandes avances en términos organizativos, pero también nuevos problemas a enfrentar. Según Laloux, en la actualidad está emergiendo un nuevo estadío: el de las organizaciones integrales. En su libro describe con gran detalle sus prácticas y procesos. Algunos ejemplos mencionados son Buurtzorg, Heilingenfeld, Morning Star, FAVI, Patagonia, Sun Hydraulic, entre otras firmas. Todas ellas comparten tres elementos.

  1. Autogestión

  2. Integralidad y plenitud

  3. Propósito evolutivo.

Veamos uno por uno de qué se tratan estos avances. 

personas en reunión

Autogestión

Las organizaciones integrales trabajan con sistemas que no requieren de una jerarquía tradicional. Sus colaboradores practican la autogestión y tienen gran libertad para tomar decisiones. Para trabajar de esta manera suelen diseñar organizaciones más estructuradas que las de las empresas tradicionales. En particular, buscan que las relaciones sean entre pares en vez de entre empleado y jefe. Deben ser efectivas y evitar que las personas produzcan cayendo en la trampa del consenso.

Integralidad y plenitud 

En las organizaciones integrales no se cree en la separación de lo personal y lo profesional. Las compañías que alcanzaron este nivel de consciencia evolutiva invitan a sus integrantes a presentarse como lo que verdaderamente son: personas. 

Quien integra la compañía no es un rol o un cargo en la estructura. Esta humanización favorece a la creación de ambientes donde se pueden expresar libremente contribuyendo al sentido de compromiso y la motivación hacia sus trabajos.

Propósito evolutivo 

Las organizaciones integrales ponen al propósito de la empresa por encima de sus ganancias financieras. Se enfocan en que los servicios sean realmente beneficiosos para sus clientes y para el mundo. Incorporan la responsabilidad social en todo lo que hacen y no solo como actividades esporádicas. 

El propósito guía sus acciones y es evolutivo. Esto las lleva a emplear procesos ágiles de gestión que les asisten a responder a las necesidades del mercado y se modifican cuando es necesario. Irónicamente al no enfocarse solo en las ganancias monetarias logran ser líderes de sus industrias.

Desde Okara sostenemos que es sumamente importante redefinir de a poco la manera en que nos organizamos para trabajar si queremos lograr resultados extraordinarios. Por eso estamos orgullosos de contribuir a través de distintos espacios de aprendizaje y consultorías con el desarrollo de modelos de gestión más adaptativos.

 
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