Cómo construir y alcanzar metas estratégicas en tu organización
La competitividad y el éxito son tesoros que muy pocas organizaciones pueden cuidar en simultáneo durante mucho tiempo. En parte porque lo que les funciona en el presente seguramente no lo hará en el futuro. Aquellas que logran superar este desafío se enfocan en la creación de metas estratégicas a través de un análisis riguroso, una visión a futuro y un enfoque profesional que se convierten en parte esencial de su identidad corporativa. Pero no suelen hacerlo solos.
¿Qué son las metas estratégicas?
Las metas estratégicas son los objetivos a largo plazo que una empresa se esfuerza por lograr para dar vida a su visión y su misión. Suelen estar relacionadas con el crecimiento, la rentabilidad, la expansión del mercado, la innovación y otros aspectos clave del éxito empresarial.
Es importante diferenciar estas metas de las del día a día, las metas operativas se enfocan en actividades y logros a corto plazo, centradas en la eficiencia y ejecución de tareas diarias concretas, como aumentar la productividad o reducir costos operativos en el corto plazo. En contraste, las metas estratégicas se orientan hacia un horizonte a largo plazo, abordando cuestiones fundamentales para la dirección y el crecimiento de la organización, como la expansión a nuevos mercados, el desarrollo de relaciones duraderas con los clientes o la innovación de productos a lo largo de varios años, desempeñando un papel fundamental en la planificación estratégica.
Identificar las metas estratégicas adecuadas es fundamental para la sostenibilidad de toda organización. Sirven para dar vida a nuevas unidades de negocio o hacer crecer más de lo habitual las que están en pie.
Para construir metas estratégicas es clave comprender la situación actual de cómo se trabaja, contactar con los desafíos de su cultura organizacional –aquí tienes un artículo sobre una herramienta útil para lograrlo—, y, sobre todo, desplegar dos acciones:
Analizar el mercado y el entorno competitivo
Definir objetivos realistas que impulsen el progreso del negocio.
Una mirada profesional y externa para construir metas estratégicas
Como mencionamos al principio, la carga operativa diaria de una organización suele dificultar que se construyan metas estratégicas. Y más cuando no existe un ejercicio o mirada estratégica desde las gerencias.
Una respuesta habitual contra este fenómeno es buscar afuera lo que no ocurre adentro: consultores o asesores que brindan recomendaciones, pero generalmente con distancia de la acción cotidiana de la empresa.
Lo ideal para la evolución de las organizaciones es sumar una mirada profesional que acompañe a producir y ejecutar las metas estratégicas. Porque para consejos siempre hay amigos y buenas intenciones. Lo crucial es pasar del análisis al proyecto en marcha hasta el final en una colaboración estrecha que garanticen las transformaciones necesarias.
Ahora veamos un ejemplo donde una empresa familiar, que como escribimos en este artículo sufren por la falta de profesionalización, aplicó exitosamente metas estratégicas con un ejecutivo externo y profesional a tiempo parcial.
Meta estratégica: una buena salud financiera
En nuestros años como consultora hemos trabajado con numerosas empresas en busca de resolver sus desafíos y dar el próximo mejor paso. Una de ellas, una firma en el rubro de la construcción de Paraguay con más de 50 años desde su fundación, necesitaba imperiosamente mejorar su salud financiera.
Esta empresa de origen familiar no contaba hacia adentro con especialistas y aun así había podido mantenerse competitiva durante décadas, pero las nuevas generaciones entendieron que era tiempo de honrar el pasado apostando al futuro. Entonces, acudieron a Okara para contratar un ejecutivo externo a tiempo parcial que les acompañe.
No fue sencillo. En todas las organizaciones, y en especial las familiares, existen acuerdos tácitos para mantener un status quo, donde se naturaliza el día a día, incluidos los problemas y dolores.
Al sumar a un profesional externo especializado en finanzas y no un consultor tradicional encontraron que el compromiso era que la empresa tenga éxito a largo plazo. Juntos hicieron un exhaustivo análisis, identificando áreas críticas que requerían atención inmediata y trabajando estrechamente con el equipo interno de la organización para fortalecerlo con capacitación y orientación constante. Además de sumar una nueva estrategia ocurrió un involucramiento serio en la ejecución que colaboró en la toma de decisiones financieras críticas.
El resultado fue sorprendente. La empresa comenzó a ver mejoras rápidas en su salud financiera después de identificar y reducir costos innecesarios, mejorar la gestión de sus activos y pasivos y establecer un sistema de seguimiento financiero efectivo. Con la experiencia y capacitación también ganaron una visión financiera a largo plazo que les permitió tomar decisiones basadas en datos y análisis sólidos.
Finalmente, la empresa no solo experimentó una recuperación financiera notable, sino que también adquirió la confianza para mantener sus números en buen estado para el futuro.
Una perspectiva estratégica haciendo el futuro
Desarrollar aquello que solo “funciona” y llevar a una organización a comprometer a sus directivos y equipos de trabajo no sucede de la noche a la mañana. Tampoco hay fórmulas mágicas o un consejo salvador. Es mucho más complejo.
Las metas estratégicas, que como vimos hacen a la evolución de las empresas, precisan de especialistas que, si no están en la nómina de pagos, deben provenir de afuera, pero involucrarse como uno más dentro de la vida de la organización.
Construir este tipo único de metas depende de un enfoque, una mirada que entienda y aborde los proyectos con perspectiva de futuro para que las gerencias tomen decisiones informadas y efectivas con las que prosperar en un mercado competitivo y en constante evolución.
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